La desgracia ha recaído sobre muchos niños en Kenya. Las enfermedades, la corta esperanza de vida, los disturbios por enfrentamientos políticos o, en ocasiones, la mala fortuna han hecho que estos niños y niñas pierdan a sus padres a tan temprana edad.
La desgracia ha recaído sobre muchos niños en Kenya. Las enfermedades, la corta esperanza de vida, los disturbios por enfrentamientos políticos o, en ocasiones, la mala fortuna han hecho que estos niños y niñas pierdan a sus padres a tan temprana edad.
Pero dentro de esta desgracia se ha abierto ante sí una oportunidad única que de otra manera habría sido imposible. Ahora bien alimentados, atendidos y con acceso a una educación escolar y universitaria son, más que nunca, el futuro de Kenya.